por Sergio González
El 28 de junio de 1969, se constituyó en un hito para el colectivo LGBTIQ+ a nivel mundial. Los hechos producidos en clave de revuelta aquella noche en el StoneWall Inn de New York, que tuvieron como protagonistas a integrantes del colectivo resistiendo frente a la policía, sentaron las bases para la conformación de un nuevo movimiento político y social. Años más tarde comenzaría a estructurarse el movimiento de liberación de las disidencias sexuales.
Es necesario reconocer que, previo a StoneWall, ya existían en Estados Unidos antecedentes de otros eventos que significaron la puesta en el espacio público de la disconformidad por parte de las personas LGBTIQ+ frente a las normas hegemónicas del género y la sexualidad. Estos hechos pueden consultarse en el trabajo de Susan Stryker, “Historia de lo trans: las raíces de la revolución de hoy”, publicado en 2017.
No es la intensión realizar un desarrollo histórico acerca del colectivo LGBTIQ+ en tanto actor político, ni tampoco reconstruir en algunas líneas las diversas prácticas que el Estado y sus instituciones desplegaron para la normalización y sanción de nuestros cuerpos e identidades. En estas líneas planteo algunos puntos para reflexionar sobre la pregunta/ título del artículo.
En el día de hoy, 22 de junio de 2022, nuestra colega 
El año 2021 comenzó con la renovación del proyecto de Evaluación Participativa entre la Universidad Nacional de San Juan y el Instituto Alemán de Evaluación de la Cooperación al Desarrollo (DEval). Es una buena noticia para la intensificación democrática en la sociedad, puesto que ese tipo de evaluación crece a nivel mundial porque la ciudadanía, más que operar como un órgano contralor de políticas públicas, da cuenta de cómo vive esas acciones destinadas a ella.
Desde la retirada de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN de Afganistán que, dicho sea de paso, han tenido durante veinte años una intervención más que vergonzosa, los talibanes se han hecho rápidamente con el control de todo el país.
Desde el PETAS, único centro académico de la región que desarrolla un programa de investigación y capacitación especializado en enfoques colaborativos y de evaluación participativa, en vinculación con el proyecto
Como equipo de investigadores/as del PETAS, programa de investigación de la Universidad Nacional de San Juan ( Argentina) e integrantes de la universidad pública y el sistema de ciencia y técnica de nuestro país, expresamos nuestra más enérgica condena por la masacre de jóvenes participantes en las movilizaciones sociales en diferentes ciudades de Colombia.
María Celeste Ghiano, actual codirectora de uno de los proyectos que se llevan adelante en el marco del PETAS, defendió exitosamente su tesis doctoral el pasado lunes 15 de marzo. La misma lleva por título: Capacidades individuales en Evaluación de políticas públicas. Aportes para la profesionalización de la Evaluación con enfoque en América Latina y el Caribe. 
La ciencia y la igualdad de género son fundamentales para el desarrollo sostenible. Aún así, las mujeres siguen encontrando obstáculos en el campo de la ciencia: menos del 30% de investigador@s científicos en el mundo son mujeres. La igualdad entre hombres y mujeres debe ser entonces una prioridad global, y el apoyo a las jóvenes, su educación y su plena capacidad para hacer oír sus ideas son los motores del desarrollo y la paz.